Un año de no escribir por aquí…
Durante el último año pasaron cosas que jamás imaginé, cosas tan increíbles de las cuales miro al pasado y agradezco por todo lo que tuve que pasar porque me trajo hasta el día de hoy.
Todo comenzó en enero del 2017. Una Dania soñadora y llena de ilusiones pedía a gritos que la vida diera un giro inesperado y así fue como sucedió. Después de varios meses tristes, el mes de enero llegó con la sorpresa más grande que Dios me ha dado: el amor de mi vida, Pepe.
Él es un hombre con sueños que nadie imagina, con metas muy altas y que me ha llevado a conocer a Dios de una forma que me encantaría que todos lo hicieran. A los pocos días de salir, ambos estábamos formalizando una relación que hasta el día de hoy me sorprende y me llena el corazón. Nunca hubiera imaginado que mi mejor amigo de la prepa hoy se convertiría en el hombre de mi vida.
A veces anhelas algo con todas tus fuerzas y cuando pasa, no lo puedes ni creer. Así han sido estos 17 meses a lado de Pepe.
Durante este tiempo tome una gran decisión en mi vida, una de las más importantes. Después de la muerte de una gran amiga sentí que estaba perdida, no tenía un rumbo muy claro y aunque todo parecía perfecto en mi vida, la realidad es que no era así. Al conocer a Dios de una forma intima y completa me di cuenta que quería seguirlo y lo acepte en mi corazón.
Algunas personas nos ponen la etiqueta de “cristianos”, otros nos acusan de “religiosos” y yo solo puedo decir que soy hija y heredera de Dios, amante de la verdad y fiel creyente de una fe que no conoce límites.
Desde ese momento mi vida cambió al instante...
Recuerdo que en marzo checando propuestas de trabajo vi una que llamó mi atención. No decía el nombre de la empresa y tampoco el sueldo, solo mencionaba la vacante de editor. Sin dudarlo mande mi CV y un mes después recibí la respuesta que años atrás añoraba.
El proceso no fue tan fácil. Tuve que hacer cuatro entrevistas y mandar un par de escritos para demostrar mi capacidad. No puedo negar que mi impaciencia se hizo notar al enterarme que el puesto era para la empresa de mis sueños, Grupo Imagen, una compañía que empezaba a darle pelea a las grandes como Televisa y TV Azteca.
En ese momento la Dania soñadora se dijo así misma ‘Quiero formar parte de la historia de los medios de comunicación y este es el lugar correcto’. El 27 de junio de 2017 comenzó la aventura.
Hasta el día de hoy las personas me preguntan que cómo fue que llegué, simplemente sonrío y les digo que Dios me trajo hasta aquí, él simplemente conocía los anhelos de mi corazón y su propósito en mi es tan grande que me necesitaba en Imagen.
El sueño comenzó años atrás. Puedo decir que nació de la idea de ser reportera de guerra, ya que decía que yo quería ser la reportera que contaba la verdad y no lo que le decían que decir.
En este proceso aprendí que escucharás voces que te alentarán, otras que no creerán y dudarán, unas cuantas que te meterán miedo para frustrar tu sueño pero si cierras tus oídos y tienes fe de que Dios hará algo extraordinario en tu vida, déjame decirte que sucederá cuando menos lo imaginas.
También aprendí que todo pasa por algo y que ante todo debes de ser agradecido. Hoy no le agradezco a la vida, tampoco al universo, mucho menos al karma, simplemente son cosas que no existen, son engaños disfrazados, al único que podría darle las gracias es a Dios, a los padres maravillosos con los que me bendijo, a las personas que me han edificado y a mi Pepe.
Los tiempos de Dios son perfectos y él sabe cuando es tu momento. Su promesa siempre llega puntual. No se trata de lo que quieres, sino de lo que necesitas.
Sigo siendo la Dania soñadora, pero ahora con un propósito, con una nueva visión y con las ganas de que todos sepan que si lo intentas hasta el cansancio, Dios moverá todo para ver cumplidos los anhelos de tu corazón. Hoy soy la editora y reportera que le prometí ser a la Dania de hace 20 años.
Después de muchos años de buscar la gran oportunidad, de luchar y no parar de trabajar, hoy estoy aquí cumpliendo mis sueños de la mano de Dios.
Así que si tú como yo eres un soñador, no dejes de hacerlo, abraza fuerte esa ilusión y no pierdas la fe. Los sueños si se cumplen, solo créelo.